viernes, 8 de junio de 2012

Compañía


Publicado en Bávaro News. Edición del 7 al 13 de Junio

Desde hace muchos años vengo escribiendo un ensayo, el cual al parecer no terminará nunca y se llama “Reflexiones Sobre el Dolor”. Cada vez que experimento alguna pena, escribo algunos párrafos que resultan en una nueva adición al mismo.

El otro día, en la misa de Maribel, celebrada en Punta Cana, tuve un duro enfrentamiento con el dolor, al ver allí a sus hijas, tratando de convivir con la nueva realidad de sus vidas. Esta vez, mi dolor me planteó  la visión futura de esas niñas sin su madre. Pero para mi sorpresa, fueron ellas mismas, las que sin saber me brindaron ese día una gran lección.

Mi corazón quiso quebrarse al verlas derramar sus jóvenes lágrimas, pero luego, al observarlas durante toda esa hora, pude notar la fortaleza que les cubría gracias a la presencia amorosa de su padre y de su abuela, brindándoles el cálido abrazo en el justo momento, pero sobre todo y aún más admirable para mí, teniéndose la una a la otra.

Me sorprendo al descubrir la relación que entabla cada quien con el dolor, tan infinitas versiones, innumerables formas de asimilarlo. Pero me sorprendo más, cuando dos niñas son las encargadas de regalarte una enseñanza.

Estaban allí, una al lado de la otra, escuchando con atención, diciéndose de vez en cuando palabras al oído que las hacían reír o agarradas de las manos con fuerzas al llorar, como diciendo: si estamos juntas, estaremos bien. Y sí, sé que estarán bien. Lo pude ver en sus caritas iluminadas al compartir con sus amigos, en la emoción y el orgullo al repartir los recordatorios, también en sus palabras de agradecimiento por la compañía brindada ese día.

Me alegro tanto de que ellas hayan sabido asimilar todo el amor que su madre pudo darles, también por todo el cariño que seguirán recibiendo de su familia, pero la enseñanza más hermosa que aprendieron hasta hoy es la de ser hermanas, la bendición de tener una mejor amiga siempre a tu lado, recordándote cómo se quiere, cómo se brinda el verdadero apoyo, cómo se sobrepasan las tormentas estando juntas.

La vida tiene métodos extraños de enseñarte las cosas.

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