Publicado en Bávaro News. Edición del 7 al 13 de Junio
Desde hace muchos años vengo escribiendo
un ensayo, el cual al parecer no terminará nunca y se llama “Reflexiones Sobre
el Dolor”. Cada vez que experimento alguna pena, escribo algunos párrafos que
resultan en una nueva adición al mismo.
El otro día, en la misa de Maribel, celebrada
en Punta Cana, tuve un duro enfrentamiento con el dolor, al ver allí a sus
hijas, tratando de convivir con la nueva realidad de sus vidas. Esta vez, mi
dolor me planteó la visión futura de
esas niñas sin su madre. Pero para mi sorpresa, fueron ellas mismas, las que
sin saber me brindaron ese día una gran lección.
Mi corazón quiso quebrarse al verlas derramar
sus jóvenes lágrimas, pero luego, al observarlas durante toda esa hora, pude notar
la fortaleza que les cubría gracias a la presencia amorosa de su padre y de su
abuela, brindándoles el cálido abrazo en el justo momento, pero sobre todo y aún
más admirable para mí, teniéndose la una a la otra.
Me sorprendo al descubrir la relación que
entabla cada quien con el dolor, tan infinitas versiones, innumerables formas
de asimilarlo. Pero me sorprendo más, cuando dos niñas son las encargadas de regalarte
una enseñanza.
Estaban allí, una al lado de la otra, escuchando con atención, diciéndose
de vez en cuando palabras al oído que las hacían reír o agarradas de las manos
con fuerzas al llorar, como diciendo: si estamos juntas, estaremos bien. Y sí, sé
que estarán bien. Lo pude ver en sus caritas iluminadas al compartir con sus
amigos, en la emoción y el orgullo al repartir los recordatorios, también en
sus palabras de agradecimiento por la compañía brindada ese día.
Me alegro tanto de que ellas hayan sabido
asimilar todo el amor que su madre pudo darles, también por todo el cariño que seguirán
recibiendo de su familia, pero la enseñanza más hermosa que aprendieron hasta
hoy es la de ser hermanas, la bendición de tener una mejor amiga siempre a tu
lado, recordándote cómo se quiere, cómo se brinda el verdadero apoyo, cómo se
sobrepasan las tormentas estando juntas.
La vida tiene métodos extraños de
enseñarte las cosas.
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