lunes, 18 de octubre de 2010

Somos los Ultimos

Ayer leí una noticia en un diario amigo que me llenó de tristeza: En una encuesta sobre Educación Cívica realizada en 30 países, República Dominicana ocupó el último lugar. (Suspiro)… La muestra se hizo entre jóvenes de 14 y 15 años.

No me entristezco porque he recibido un susto, no. Ya lo imaginaba. No digo que lo sabía, porque mi mente no es tan poderosa para cuantificar nuestra colectiva falta de interés por la nación. Pero sí pasó por mi mente el pensamiento de que parecía imposible que en otros países existiera tanta falta de interés por los derechos del ciudadano, tanta indiferencia ante las malas decisiones de un gobierno y malas acciones de nuestros compatriotas, ante el incumplimiento de las leyes… No debe haber otro lugar que esté en las mismas condiciones.

Bien pues, quedamos de último, y ahora qué hacemos. Piensa: quien quedó en último lugar fuiste tú, también fui yo representada en un pequeño universo de jóvenes tan perdidos como todos. Cada uno de nosotros, hasta los que hemos alzado la voz de alguna manera para hacer reaccionar a tantos que caminan dormidos, somos merecedores del último lugar, porque todos juntos hacemos la nación.

Ya que definitivamente no sabemos nada, veamos el primer punto importante por analizar y poder así hacer algo con esta amarga noticia:

¿Sabe usted qué es la Educación Cívica? Bueno, en Google aparece… “Es el proceso a través del cual se promueve el conocimiento de normas que regulan la vida social de un país, así mismo la formación de valores y actitudes que permitan al individuo integrarse a la sociedad y participar en su mejoramiento.”

Algunos de los conocimientos a obtener a través de este proceso son: La dignidad del individuo, los derechos humanos, participación ciudadana, concepto de familia, normas de comportamiento social, conocimiento del sistema constitucional del país, así mismo como del sistema político… La lista es extensa, pero con los puntos anteriormente mencionados tenemos una idea de las cosas que como nación desconocemos y que de alguna manera debemos preocuparnos por aprender.

Pero bueno, vamos a darles una información que tal vez también desconocían: ¿Sabía usted que la Educación Cívica fue retirada del curriculum educativo nacional hace aproximadamente diez años?

Yo pregunto, ¿Alguien podría decirme cómo el joven que recibe educación pública se va a enterar de todo lo anteriormente mencionado?, ¿Cree usted que los maestros se interesarán por mencionarlo en materias ajenas a este tema? ¿Acaso usted, padre de familia, sacará un tiempo para hacerle llegar esta información? Y los que tienen hijos en colegios privados, ¿Se han cerciorado que esta materia forma parte del curriculum de la institución? ¿Alguna vez ha hablado a sus hijos sobre el tema?

Este tema no tiene final, debe permanecer en nuestras mentes para siempre, debemos hacer algo y debemos participar todos con urgencia. ¡Dominicano, despierta!

lunes, 4 de octubre de 2010

Manifiesto Sobre el Deber de la Felicidad

La felicidad es la meta final de los seres humanos. Algunos luchan constantemente para obtenerla, cada quien a su manera, porque es infinita la lista de cosas o situaciones que significan felicidad. Otros, una extraña sub-rama, han nacido con la virtud de disfrutarla sin necesidad de estrategias persecutorias, son felices por naturaleza… Por ser escasos en su tipo y en su manera de ser, los demás (los que tienen que sudar para ser felices) disfrutan de su presencia. Por esto siempre están rodeados por seguidores que no necesariamente siendo grupies se nutren del ambiente que ayudan a crear por su presencia feliz.

Es agradable estar cerca de personas que transmiten buenas vibraciones: No hablan de problemas, a todo le buscan el lado positivo, cuando alguien esta criticando a otro tratan de disipar el tema, todo lo gozan y todo les da risa, entonces es lógico querer estar cerca.

Quisiera saber si alguna vez alguien se ha planteado la siguiente pregunta: ¿Qué sucede cuando una de estas personas alegres no está precisamente en su estado óptimo de felicidad? Lo más inteligente sería deducir que los amigos que usualmente le siguen estarán presentes para ayudarle a recuperar el ánimo perdido… Pero no es así, esa no es precisamente la actitud, por eso aquí empieza mi irónico manifiesto.

“Aquellos quienes se han dedicado a tener buen humor, a ser felices por las sencilleces de la vida, les está prohibido terminantemente tener un mal día, mucho menos haber vivido una experiencia negativa que les afecte el semblante, que les inunde el alma con tristeza. Sus seguidores no lo permitirán. Si su personalidad se doblega o su situación habitual se corrompe, aquellos que están siempre ahí tienen como misión reprocharles y exigirles el cumplimiento de su deber en esta vida. Cambiando, aunque sea de manera circunstancial, están fallando a todas esas personas que cuentan con sus virtudes para completar los días con el poco de alegría que se les contagia.

Estando mal afectan a todos y no se puede.

¿Es que no entienden que hay ya suficiente personas cuya misión es ser normalmente agobiados o miserables? ¡No caben más en el mundo! Su deber es ser feliz, sin excusas y sin tropiezos.

Amigo, si eres una persona feliz de nacimiento y un día padeces alguna pena y tu corazón siente que se cae en pedazos, aguanta, calla y sufre hacia tus adentros, no hagas que los días de las masas se nuble.”

Feliz día a todos.