lunes, 19 de septiembre de 2011

¡Alarma!

Sin importar la cantidad de los que han partido, vienen siempre nuevos integrantes a la vida y nos regocijamos en su llegada.

Después de pasar la dura adolescencia sin haber metido la pata, entra de repente la adultez y con ella el deseo de tener descendencia. Ver nuestro legado extenderse en otra persona, la vida postergada en unos ángeles que llenan el alma de sonrisas, la mayor parte del tiempo.

Sí, la mayor parte del tiempo, porque el proyecto de tener un hijo es sólo verdaderamente satisfactorio y lleno de paz en la primera etapa: el proyecto mismo.

Lo sé, soy una “baja nota”, yo misma los encaminé a los ensueños románticos de la familia con premeditación.

No voy a negar que la bendición de ser padres es infinita, pero mi mente no está en paz. No sé si seré yo la única que piensa en las cosas que están sucediendo en nuestro país y no dejo de asociarlo al futuro de nuestros niños. ¿Qué seguridad le ofrece actualmente esta nación a mis hijos, a la continuidad de mi vida? Es una pregunta que me quita el sueño cada día, sobre todo cuando más de 10 personas conocidas han sido víctimas de percances relacionados a robos, asaltos o agresividad en estas semanas.

Yo, como dominicana, quisiera tener alguna esperanza de que las cosas vayan a cambiar, que todo mi esfuerzo como madre será premiado por mi nación con la certeza de que mis hijos estarán bien y podrán trabajar honradamente hasta que llegue de manera natural su día de despedirse de la vida. Es lo único que pido, que puedan salir a la calle sin miedo, que no tengan que ser prisioneros en sus propias casas porque el miedo a ser agredidos no los deje esparcirse, pero bien sabemos que aquí no se le puede pedir nada a nadie, porque cuando la masa pensante exige algo, se le burla y se le objeta.

Nosotros, los agraciados que vivimos en Punta Cana estamos a salvo de la situación que se ha generalizado en el país, pero nuestros corazones no viven en una burbuja. No soy ajena a lo que vive hoy la nación, ni al sufrimiento de mis familiares y amigos.

Ir a “La Ciudad” se ha convertido en una odisea mal querida. Estamos acercándonos a la época del terror y ahora que está en los inicios en imperante buscar una solución. La seguridad del país ha caído en manos de cada ciudadano ya que el estado se ha mostrado incapaz de proporcionar los elementos básicos del orden público y el cumplimiento de la ley y esta no es la respuesta, por el contrario, puede ser parte agravante del problema.

Esta es una voz de alarma. ¿Alguien me escucha?

jueves, 15 de septiembre de 2011

Difícil Autorretrato

A raíz del aburrimiento generalizado y las horas vacías de oficio, ayer, sentada en mi escritorio, pasé un buen tiempo de la tarde tratando de hacerme un autorretrato, con mi cámara. Hacer una foto de uno mismo no es cosa fácil sobre todo si no quieres usar la opción de automático, requiere de maestría y desempeño, virtudes que realmente no poseo. Mientras arreglaba unas cuantas de las fotografías me puse a pensar (cosa peligrosa, diría mi esposo) en el hecho de que cualquier autorretrato, de cualquier tipo, sería complicado.

Pensé después (seguía pensando!), que como al arte de escribir le hago mas caso que al de fotografía, podría emprender un proyecto de hacer un radiografía escrita de mi ser. Yo y mis proyectos…

Después que visite mis interiores quedé totalmente convencida de que sería aburrido describirme a mí misma, hacer un escrito que expresara quién era yo, ayer, quizás, si entraba en detalles, hubiese sido algo tan complicado que no pudiera nunca ser publicado, porque el ser humano es diferente de acuerdo al día en que se le pregunte. Definitivamente existen rasgos generales que permanecen, pero si me basara solo en eso, no tendría sentido… O si?

La vida es tan compleja, mi vida, interminable, inconstante, giratoria y estable a veces, tan estable que mortifica. Camina sobre una línea, se dobla, se desdobla, se rompe, se reconstruye por pedazos dejando huecos que luego cierran solos.

Si lo hubiese escrito ayer, otra cosa hubiese sido.

Hoy, quisiera decir en este preciso momento quien soy, pero creo que el verdadero proyecto es descubrirlo, dar el martillazo en el clavo y no mentir. Eso pienso… Hacerlo es otra cosa totalmente diferente.

"El autorretrato es uno de los ejercicios de análisis más profundos que puede hacer un artista" Wikipedia (:p)

miércoles, 7 de septiembre de 2011

El 7 de septiembre es...



Hoy cumplo 10 años de casada. 10 Años ya...

Y justo ayer teorizábamos acerca de la felicidad, de sus significados y sus interpretaciones miles… De sus ausencias y sus presencias constantes.

Como regalo de aniversario le regalé a mi esposo una tarjeta hecha por mí, poniendo en práctica mi nuevo pasatiempo de composiciones en papel. Él me dijo que era “justo lo que quería” y yo sabía inmediatamente que había odiado el hecho, como aborrece cada vez que lo dejo solo en la habitación para irme junto a mis papeles a dejar que la mente desaparezca zambullida entre colores y silencios.

No importa que no le haya gustado, que no haya sido eso lo que había querido, hoy es lo único que le puedo dar. Lo importante es que en el momento que la hacía especialmente para él, pasaban por mi mente los miles de momentos felices vividos y a la vez todos los momentos difíciles que hemos superado y que ahí en ese pedazo de cartón, de una manera artística y sensible quise plasmar todas esas cosas… Tal vez no lo pude lograr! Entonces ahora pienso, que la tarjeta debí habérmela regalado a mí misma y que las cosas que escribí en el interior era mi propia felicitación, yo misma haciendo conciencia de lo corto que se hace el tiempo cuando lo miramos en retrospectiva (había que hacer algún berrinche)…

Con nosotros es así, amor y odio cada día. Somos tan diferentes y aun así seguimos juntos parados sobre una sólida roca, tratando de querernos y valorarnos. Creciendo en nosotros mismos, e intentando alguna vez ponernos de acuerdo…En algo.

Cuando cumplamos 20 años, le voy a hacer otra tarjeta y en el interior tal vez diga lo mismo. Quizás ese día esté esperándola con ansias y conociéndonos, yo haya perdido el interés en hacerla.