lunes, 14 de diciembre de 2009

Navidad

La navidad toma sentido en los recuerdos…

Hoy quiero recordar lo que me hacía sentir esa emoción de la navidad en mi infancia, recuerdo tan real la brisa de diciembre y el sol oblicuo que nunca quemaba cuando nos sentábamos sobre la hierba en el patio del colegio, recuerdo los abrigos, el té de jengibre con leche, los bombillitos, los abrazos de mi padre y las noches de villancicos con el coro…

Hoy también he querido construir nuevos recuerdos para el futuro, crear nuevas costumbres que recuerden mis hijos, repetir lo que ya estaba grabado en el archivo que dice fiestas, cosas que volverán a mi memoria aun cuando esté en sentada en una mecedora mirando hacia el infinito.

Mi navidad se basa en construir y repetir un montón de situaciones alegres, vivir la nostalgia del pasado, pero sobre todo es época que invita a la admiración del entorno en los días de vacaciones.

De esta navidad recordaré muchas cosas. Pero lo que más recordaré es el cielo. Así como cuando niña esperaba el fresco, ahora esperaré las nubes y las lunas de diciembre. Todas las mañanas me levantaré y miraré por la ventana, sonreiré de la misma manera al contemplar el espectáculo. Admiraré sus increíbles colores y llamaré año tras año a mis hijos para que los vean hasta que un día se hayan ido. También cantaré villancicos junto al arbolito, como antes y comeremos gomitas de colores, pero las nubes serán las protagonistas. Iré a todas las fiestas, a la Basílica en autobús a escuchar la sinfónica, celebraré en todas partes, ansiaré escuchar cima sabor navideño, bailar algún merengue de los viejos y felicitaré a todos el 25.

Felices fiestas!