lunes, 4 de junio de 2012

El Típico Miedo


Primera Publicación en el periódico digital acento.com.do 



“Más lágrimas se han derramado por las oraciones respondidas, que por las no contestadas.”  Truman Capote

En infinitas ocasiones he desarrollado, con incomprensible facilidad, miedo por las cosas que he deseado y se han cumplido y no tanto por asuntos de verdadero terror. No es sorpresa para mí, conociendo cómo soy, que después de “habérmela buscado” para colocar mi humilde columna en el presente medio, me haya quedado, supuestamente, sin palabras… Y sí, es eso, tengo miedo otra vez.

A partir de esta experiencia contemporánea, del corazón latiendo fuerte cada vez que he intentado poner mis dedos sobre el teclado, han regresado del pasado innumerables situaciones que han causado en mi temores en todos sus matices y observándolas con calma, he podido comprobar que de la mayoría de estas situaciones, han resultado frutos positivos y sí, algunos “tan” positivos y extensos, que acarrean nuevas responsabilidades y generan otros miedos.

Con todo y el temor que persigue a cada una de mis letras debo recordarles, que así mismo como funciona para comer y rascar, para escribir, también, solo hay que empezar. Entonces, de esta forma tan sencilla, el miedo va cediendo, se va transformando en el combustible que nos ayuda a actuar con cautela, a ser certeros y a ser precisos. ¿Qué sería de la vida sin el miedo?

Cada cual que me haya brindado el honor de hoy leerme, debiera acompañarme al paseo por los recuerdos e ir recolectando en algún pozuelo, como yo, los viejos miedos, los miedos superados, también los que aún están ahí presentes escondidos por los rincones, esperando trémulos a ser aplastados como un bicho. Me pregunto yo si todos esos miedos, tuvieron alguna vez temor de nosotros mismos.

Por hoy, pero solo por hoy, los miedos son bienvenidos.

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