NY, NY… que experiencia.
Hace tiempo había visitado esa hermosa ciudad, pero en aquella ocasión no sentí haberme compenetrado con ella. Esta vez tampoco. Entiendo que tendría que quedarme por un mes para descubrir sus secretos y disfrutar de sus maravillas. Cuantas cosas me faltaron por hacer… Pero eso sí, las que hice las disfruté plenamente.
La razón básica para visitarle era correr en ING New York Marathon, tremendo evento… Correr por sus calles, comer muy bien, mezclarme con la gente (no necesariamente agradable) y explorar la interesante manera de ser y conducir de los taxistas (vaya!…) podría ser un buen resumen de estos ajetreados días acompañada de queridos y entrañables amigos. Mucho para tan poco tiempo.
Las pocas fotos que pude tomar las hice entre carreras y gritos que decían estábamos tarde para algo, pero las hice. Hoy me siento frente a ellas para poder quedarme boquiabierta tal y como quise hacerlo al estar allí (asombro retardado, pero merecido). También, con la inspiración sofocada por la rapidez, tomé varias fotografías en el MOMA…No podía dejar de ir!!! Faltó tiempo allí tambien, de tirarme al suelo y contemplar por horas mis obras favoritas.
Muchas veces me pregunto cómo fuera mi vida si hubiese decidido vivir en una gran ciudad (calma mente). Hoy solo les tengo el asombro para compartir.
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