Sí, uso regularmente el spanglish, con más frecuencia de lo que entiendo necesario.
“Awkward”… es buena palabra. No es sólo una de mis palabras favoritas, ella con su personalidad extrema regularmente se presenta en mis días sin ser llamada. La utilizo sentada frente a mi monitor y me siento exactamente de esa manera ante las hojas vacías. Me intriga saber cómo se vuelve interesante desde que la pronuncias y creo que suena tan extraño y es tan difícil de pronunciar precisamente por la carga de significados que conlleva. Sé lo que es y lo he sentido muchas veces, pero como cultura general la he buscado en el diccionario… Incómodo, delicado, extraño, inoportuno, embarazoso, difícil, comprometedor, abochornante… “Awkward”.
La vida que llevo pareciera que camina por una línea paralela al suelo, tal vez es así ante los ojos de los demás, pero no. Está llena de situaciones de este tipo, que encierran esa palabra, la magnifican. Cuando la pienso me siento como una “airhead” diciéndola. A veces estas situaciones han dado risa, otras han dolido, otras más me han tomado de sorpresa y han quebrantado de tal manera la idea de la realidad que no me han dado tiempo a reaccionar y otras, las peores, han sido esperadas, sabes que se acercan como reuniones con horarios y aunque sufras las tienes que vivir.
Que tu doctor, en una consulta, te diga que sabe que estás dando mala referencia de él… “Awkward”.
Que le digas a alguien que se ve muy bien con una ropa y se te agüen los ojos (sin razón alguna)… “Awkward”.
Que la profesora de tu hijo te pregunte por qué estas inconforme con ella sin nunca haber hecho reunión… “Awkward”.
Que te caigas en medio de la calle sin haber tropezado con nada… “Awkward”.
Hay mas, muchas más, las dejaré para contarlas después como historias independientes. Pero hay una situación de este tipo que he vivido, la cual no quiero dejar pasar debido a su especial facultad de permanecer junto al recuerdo (porque nunca pasa): El reconocer que alguien a quien admiras ha decidido dejar de apreciarte… Puedes saber los motivos y hasta estar de acuerdo, pero nunca entiendes el proceso. Poco a poco va sucediendo, vas perdiendo algo que creías tener y te sientas a mirar cómo se encuentran las palabras que dan inicio al exterminio. Van cayendo los pilares, ninguna razón tiene sentido, por eso es mejor guardar silencio y observar cómo se desmorona una idea, porque el cariño es imaginario pero duele como un golpe fuerte. Te quedas tranquilo, con esa imagen de terremoto en la mente que dura todos los días y lo único que se te ocurre pensar es “Awkward”.
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